LA BATALLA DE STALINGRADO PUNTO DE VIRAJE DE LA II GUERRA MUNDIAL

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¡Proletarios de todos los países, uníos!

LA BATALLA DE STALINGRADO PUNTO DE VIRAJE DE LA II GUERRA MUNDIAL

Esta batalla constituye no solo el punto de viraje de la guerra soviético-alemana, e incluso de la presente guerra antifascista mundial, sino también el de la historia de toda la humanidad.”­

Presidente Mao

La II Guerra Mundial es un hecho de trascendencia en la historia del mundo, estrictamente comenzó en 1935 y terminó en 1945. Es una guerra mundial en la cual por un lado hay la rapiña imperialista, la disputa por la hegemonía mundial que demandaba para sí Alemania bajo Hitler; pero por otro es la defensa del socialismo y desarrollo de la revolución.

La guerra librada entonces por la URSS fue una Gran Guerra Patria, fue una justa guerra de defensa. Una Gran Guerra Patria, así fue definida con toda corrección y de desarrollo de la revolución mundial porque a más de esa gloriosa defensa heroica que costó a la URSS 20 millones de hombres, tenemos una lucha antiimperialista que va a desenvolverse en las naciones oprimidas principalmente en China.

Al respecto el presidente Mao dijo:

E1 22 de junio, los gobernantes fascistas de Alemania atacaron a la Unión Soviética. Este pérfido y criminal acto de agresión está dirigido tanto contra la Unión Soviética como contra la libertad e independencia de todas las naciones. Con su sagrada guerra de resistencia contra la agresión fascista, la Unión Soviética no solo se defiende a sí misma, sino que defiende también a todas las naciones que luchan por liberarse de la esclavización fascista.

La tarea actual de los comunistas, en el mundo entero, es movilizar a los pueblos de los diversos países con miras a organizar un frente único internacional para luchar contra el fascismo y en defensa de la Unión Soviética, de China y de la libertad e independencia de todas las naciones. En el presente período, todas las fuerzas deben concentrarse en combatir la esclavización fascista.”1

El frente oriental, que es un gran frente de lucha y un gran frente revolucionario. Es la gran guerra de resistencia de naciones oprimidas, como China, como Corea, como Birmania, como Indonesia, Filipinas, etc, donde precisamente los imperialistas fugaron como ratas y fueron los pueblos de esas naciones los que tomaron las armas; los que tuvieron la suerte de contar con un Partido Comunista triunfaron y avanzaron y los que no, por lo menos se libraron en forma transaccional de ser colonias, ejemplo Indonesia que dejo de ser, a consecuencia de esa guerra, colonia de Holanda.

En esa guerra había un siniestro plan: la cruzada contra la URSS, que expresa claramente su entraña reaccionaria, así fue planteada por el mismo Hitler, como una cruzada antibolchevique, porque el sueño negro que tenían era barrer a la URSS de la faz de la Tierra; fútil sueño de vidrio, se estrelló contra el poder de la dictadura del proletariado, con la dirección del Partido y del camarada Stalin, del proletariado ruso, del pueblo ruso ¡páginas heroicas!

Stalingrado, la más grandiosa lucha de guerra en ciudades, de guerra en calles, la qué más mortandad genera, ahí se peleó no solo casa por casa sino cuarto por cuarto: son capítulos que han estremecido al mundo. Ahí también se ha visto bien claramente el sucio juego, artero de los aliados imperialistas: Estados Unidos, Inglaterra, no de Francia porque estaba ocupada –y lo fue en solo18 días- , arteros que retrasaban la apertura de la invasión de Europa por el norte para golpear el corazón de Alemania, buscando que Alemania fascista derrotara a la URSS.

Sobre la significación de la batalla de Stalingrado para el curso entero de la guerra el Presidente Mao estableció:

…en la guerra actual, el ataque contra Stalingrado es la manifestación de la última y desesperada embestida del propio fascismo. También en el presente punto de viraje de la historia, ocurre que muchas personas en el frente antifascista mundial, embaucadas por la apariencia feroz del fascismo, no logran calar su esencia. Desde el 23 de agosto, fecha en que las fuerzas alemanas acabaron de cruzar el recodo del Don e iniciaron el ataque general contra Stalingrado, hasta el 9 de octubre, día en que la Oficina Soviética de Información anunció que el Ejército Rojo había roto el cerco alemán del distrito industrial situado en el Noroeste de la ciudad, distrito en el cual había irrumpido el 15 de septiembre una parte de las fuerzas alemanas, se ha desarrollado, durante 48 días, la batalla más encarnizada de la historia de la humanidad. La batalla ha sido ganada finalmente por las fuerzas soviéticas. Durante esos 48 días, las noticias diarias de los reveses o triunfos de Stalingrado han hecho latir de ansiedad o júbilo el corazón de millones y millones de hombres. Esta batalla constituye no solo el punto de viraje de la guerra soviético-alemana, e incluso de la presente guerra antifascista mundial, sino también el de la historia de toda la humanidad. Durante esos 48 días, los pueblos del mundo entero han mirado a Stalingrado con una preocupación aún mayor de la que habían sentido por Moscú en octubre del año pasado (…) después de la batalla por la defensa de Stalingrado, la situación será totalmente distinta de la del año pasado. Por un lado, la Unión Soviética desencadenará una segunda contraofensiva de invierno de magnitud excepcional; Inglaterra y los EE.UU. no podrán seguir postergando la apertura del segundo frente (aunque no es posible predecir la fecha exacta), y los pueblos de Europa, a su vez, estarán listos para responder con la insurrección. Por otro lado, como Alemania y sus socios europeos ya no tienen fuerza para emprender una ofensiva en gran escala, a Hitler no le quedará otro remedio que pasar enteramente a la defensiva estratégica.”2

En esos días el presidente de los EE.UU. en carta al c. Stalin expresó la gran expectativa y júbilo del pueblo norteamericanos, con estas palabras: “La valerosa defensa de Stalingrado ha conmovido profundamente a todo el pueblo americano, y estamos seguros de que triunfarán.”3

Sobre el retraso de la apertura del segundo frente en Occidente, el c. Stalin le enrostró al primer ministro inglés Churchil, en comunicación secreta del 23 de julio de 1942, lo siguiente:

He recibido su mensaje del 18 de julio. De su mensaje se deduce que, en primer lugar, el Gobierno de la Gran Bretaña se niega a seguir enviando pertrechos de guerra a la Unión Sovié­tica por la via del Norte, y, en segundo lugar, que a pesar del comunicado anglosoviétieo mancomunado, acerca de la urgente adopción de medidas para organizar el segundo frente en 1942, el Gobierno de la Gran Bretaña lo aplaza para 1943 .

En cuanto a la segunda cuestión, es decir, a la cuestión de organizar el segundo frente en Europa, me temo que está empezando a tomar un cariz poco serio. Tomando en consideración la situación que se ha creado en el frente soviético-alcmán, he de declarar de la forma más categórica que el Gobierno soviético no puede estar de acuerdo con que se aplace la organización de un segundo frente en Europa hasta 1943.”4

Todos sabemos, y hay que recordarla, esa ofensiva fascista encabezada por los nazis a la cual coadyuvaron los fascistas italianos, los fascistas españoles de Franco y utilizaron todo el poderío económico de la Europa sojuzgada, lanzó millón y medio de hombres, la flor y nata del ejército alemán, el 75% de su fuerza aérea, penetraron. Pero sabiamente C. Stalin había manejado la diplomacia en grande y con sutileza – el pacto Germano-Soviético era necesario, algunos dicen, pero eso no libró a la URSS de la invasión, no saben de qué hablan, una cosa era ganar tiempo y otra cosa era que necesariamente Alemania golpearía a la URSS. La razón: no podía seguir avanzando en Occidente con un poderoso enemigo a las espaldas y con una feraz y riquísima tierra de un fabuloso potencial y un pueblo por encima de los 200 millones, eso era inevitable.

Hay que destacar la sagacidad y penetración del servicio de inteligencia soviético, ¡eso era servicio de inteligencia!, que llegaron a saber el día de la invasión; dicen que de nada sirvió –son eructos tontos- ¿Qué podía hacer Rusia ante semejante embate?, aplicar pues una defensiva estratégica y eso es lo que se hizo –nosotros entendemos qué es una defensiva estratégica- y eso fue lo que se hizo, unida a tierra arrasada, a no dejarles nada, tierra pelada; y tuvieron la audacia, la alta decisión de volar monumentales obras como esa famosa represa que une el Volga con el Don que tantos años de esfuerzo costó, ¡fue volada!; los alemanes nunca soñaron, pensaron que esa obra no sería volada porque era demasiado importante y mucho esfuerzo había costado.

Estaba en juego la dictadura del proletariado, estaba en juego la revolución, no podemos pararnos en mientes ni podemos simplemente dejarnos entorpecer como dice el Presidente Mao, por defensa de pulgadas de terrenos. Se estrellaron en las puertas de Leningrado, en las puertas de Moscú y Stalingrado; pero no solamente se hizo tierra arrasada sino que se dejó guerrillas y hasta hombres individualmente con su buen fusil y buena cantidad de municiones y su vodka para el frío y para aniquilar a uno de esos, los alemanes tenían que perder 10 hombres, ese es el promedio. No ha sido pues fácil como los alemanes creyeron.

Esa ofensiva fascista es un plan militar de alta calidad, así, los más altos y esclarecidos jefes militares alemanes elaboraron ese plan y la escuela alemana tiene tradición de guerra muchas veces probada: en tres meses iban a conquistar la URSS, en tres meses.

La previsión del c. Stalin, ya había tomado medidas desde los años treintas cuando hay la gran transformación del campo y de la industria, habían traspasado ya fábricas más allá de los Urales previendo incluso la posibilidad de abandonar hasta Moscú, pues es cierto, todo estaba ya listo por si no podían en último término defender Moscú, aunque esa fuera la decisión tomada, estaba previsto ya el desplazar la dirección y el centro a los Urales; así, lo primero que se hizo fue tomar medidas para el traslado de Lenin porque no podía caer en sucias manos de miserables hijos del averno, no podía caer.

Pero la orden, después que penetraron hasta las puertas antedichas, la orden fue ¡no retroceder más! Es muy memorable y siempre hay que recordar cómo un 7 de noviembre, aniversario de la revolución, no tuvieron dónde celebrarlo y ya se daba por imposible cumplirla; el camarada Stalin dijo: “¡a la estación!”, “pero ahí no hay estrado, ahí no hay butacas”, el c. Stalin paró un cajón, de pie en él habló celebrando la revolución y dijo: “¿cuántos éramos cuando conquistamos el Poder, qué fuerzas teníamos cuando rechazamos la agresión imperialista inmediata a la Revolución de Octubre?, ¡pocos y débiles! en comparación de lo que somos hoy, por tanto no nos habrán de vencer, ¡los aplastaremos! y a la bestia la aniquilaremos en su propio cubil, en Berlín”, son cosas que uno debe recordar, para valorar al c. Stalin hay que ver la II Guerra Mundial.

Es de todos conocido cómo después de eso vino la gran resistencia, el quiebre de las líneas alemanas, el embolsamiento de Stalingrado donde los mandos alemanes, el propio Hitler, les dijo, los arios no retroceden, los arios no pueden ser derrotados por bárbaros, por mongoles por inferiores” sí pues, pero esos inferiores, bárbaros, mongoles, los cazaron como ratas y tuvieron que rendirse.

Es bueno reiterar siempre esto: Stalin, manejador de la guerra con destreza y sabiduría, siempre tenía en cuenta el elemento moral e hizo desfilar a todos los nazis vencidos, rendidos y arrojar sus banderas, sus águilas, sus esvásticas al pie del mausoleo de Lenin; no solo gran derrota militar, ¡gran derrota moral! , la arrogancia, la soberbia nazi había sido hundida en el fango y pisoteada, ¡fue el más grande golpe moral que recibió!, ahí comenzó el quiebre del ejército nazi.

La victoria de Stalingrado sellada un día como hoy, 02 de febrero de 1943, con la capitulación del VI Ejército alemán comandado por el general Paulus constituye el punto de viraje de la II Guerra Mundial.

Citamos extractos de la correspondencia secreta las comunicaciones en que los líderes aliados tuvieron que reconocer la brillante dirección del c. Stalin y el heroísmo del Ejército Rojo y del pueblo soviético luego del triunfo de Stalingrado:

A SU EXCELENCIA JOSE V. STALIN, JEFE SUPREMO DE LAS FUERZAS ARMADAS DE LA UNION DE REPUBLICAS SOCIALISTAS SOVIETICAS

5 de febrero de 1943

Moscú

En calidad de comandante en jefe de las fuerzas armadas de los Estados Unidos de América, le felicito por la brillante victoria obtenida en Stalingrado por las tropas bajo sus órdenes. Ciento sesenta y dos días de épica lucha por la ciudad que ha honrado para siempre el nombre de usted, y el decisivo resultado que todos los americanos festejan hoy, quedarán como uno de los más hermosos capítulos de la historia de esta guerra de pueblos unidos contra el nazismo y sus secuaces. Los jefes y soldados de sus ejércitos en el frente, los hombres y las mujeres que los sostuvieron trabajando en las fábricas y en los campos, se han unido no sólo para cubrir de gloria las armas de su país, sino también para infundir con su ejemplo a todas las Naciones Unidas una nueva determinación de dedicar todas sus energías al logro de la derrota definitiva y de la capitulación sin condiciones de nuestro común enemigo.

Franklin D. Roosevelt

F. ROOSEVELT A J. V. STALIN

23 de febrero de 1943

En nombre del pueblo de los Estados Unidos, quiero expresar al Ejército Rojo, en ocasión de su vigésimo quinto aniversario, nuestra profunda admiración por su magnífica victoria, que no tiene parangón en la historia. Durante muchos meses, a pesar de las enormes pérdidas de materiales, medios de transporte y territorio, el Ejército Rojo no dio a un enemigo más poderoso la posibilidad de lograr una sola victoria. Lo detuvo ante Leningrado, ante Moscú, ante Voronez, en el Cáucaso y al fin, en la inmortal batalla de Stalingrado, el Ejército Rojo no sólo derrotó al enemigo, sino que emprendió la gigantesca ofensiva que todavía sigile su marcha adelante en todo el frente, desde el Báltico al Mar Negro. La retirada forzosa del enemigo le cuesta a éste muy cara en hombres, materiales, territorios y, particularmente, en moral. Tales éxitos sólo pueden ser logrados por un Ejército que posea jefes inteligentes, una sólida organización, la preparación necesaria y, sobre todo, la resolución de vencer al enemigo, cualquiera que sea la magnitud del sacrificio. Al mismo tiempo, quiero también rendir homenaje al pueblo ruso, del que emana el Ejército Rojo, del que éste extrae hombres y provisiones. El pueblo ruso, también, entrega todas sus fuerzas para la lucha y soporta inmensos sacrificios. El Ejército Rojo y el pueblo ruso han colocado firmemente a las fuerzas de Hitler en la senda de la derrota definitiva y han conquistado para siempre la admiración del pueblo de los Estados Unidos.

A SU EXCELENCIA JOSE V. STALIN, JEFE SUPREMO DE LAS FUERZAS ARMADAS DE LA UNION DE REPUBLICAS SOCIALISTAS SOVIETICAS

25 de mayo de 1944

Moscú

Estimado mariscal Stalin: Le envío a usted dos diplomas para las ciudades de Stalingrado59 y Leningrado,60 ciudades que han conquistado la fervorosa admiración del pueblo americano. El heroísmo de los ciudadanos de estas dos ciudades y de los soldados que tan eficazmente las defendieron, no sólo sirvieron de inspiración al pueblo americano, sino que, además, contribuyeron a acentuar aún más la amistad de nuestras dos naciones. Stalingrado y Leningrado se han convertido en sinónimos de la entereza de ánimo y del estoicismo que nos han permitido resistir y que nos permitirán, finalmente, acabar con la agresión de nuestros enemigos. Confío en que, al presentar estos dos diplomas a las dos ciudades, estime usted oportuno transmitir a sus ciudadanos la expresión de amistad y admiración personales, junto con la esperanza de que nuestros pueblos sigan desarrollando en el futuro el estrecho entendimiento que se ha puesto de manifiesto en nuestro esfuerzo común.

Muy sinceramente suyo,
Franklin D. Roosevelt

MENSAJE PERSONAL Y SECRETO DEL PRIMER MINISTRO MR. WINSTON CHURCHILL AL SR. STALIN

5 de noviembre de 1942

[…] Permítame hacerle presentes a usted, primer ministro Stalin, y al señor Molotov nuestras felicitaciones con motivo de la eternamente gloriosa defensa de Stalingrado, y en ocasión del completo fracaso de la segunda campaña de Hitler contra Rusia. […]

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Redacción del ci-ic.org
02 de febrero 2022


1Presidente Mao, “Acerca del frente único internacional antifascista”, 23 de junio de 1941

2Presidente Mao, “El punto de viraje de la segunda guerra mundial”, 12 de octubre de 1942

3F. Roosevelt a J. V. Stalin, 9 de octubre de 1942; Comision Encargada de la Publicacion de Documentos Diplomaticos bajo la Direccion del Ministerio de Relaciones Exteriores de la U.R.S.S., “Correspondencia Secreta”

4Mensaje del Primer Ministro Stalin al Primer Ministro Churchill, 23 de julio de 1942; Comision Encargada de la Publicacion de Documentos Diplomaticos bajo la Direccion del Ministerio de Relaciones Exteriores de la U.R.S.S., “Correspondencia Secreta”